La leyenda de Ith y los hijos de Mil, nos insta a reflexionar sobre la importancia del diálogo y el entendimiento entre diferentes culturas, así como sobre la necesidad de respetar y valorar la diversidad en un mundo cada vez más interconectado.
Según la tradición, los romanos construyeron la Torre de Hércules en el mismo lugar en el que se encontraba la antigua torre de Breogán, guerrero celta que según la mitología sometió los territorios del noroeste de la Península Ibérica y fundó Brigantia (ciudad o área territorial comprendida entre las actuales A Coruña y Betanzos).
Un día claro su hijo Ith, subió a lo más alto de la torre y pudo divisar unas tierras lejanas al norte. Pronto se preparo una expedición con rumbo a aquellas lejanas tierras, encabezada por Ith. Este, cuando llego a Irlanda la encontró prácticamente deshabitada y junto a sus compañeros se dedico a explorarla, sin saber que estaba regida por los Tuatha De Danann, dioses venidos del cielo y que con figura humana se aposentaron en Irlanda.
Al conocer la presencia de Ith en sus dominios tuvieron miedo de que intentara conquistar la isla y, después de tratarlo como a un huésped, decidieron matarlo. Sus compañeros, trasladaron de nuevo a Galicia el cuerpo sin vida de Ith. Como represalia, los descendientes de su hermano Bile, con su hijo Míl a la cabeza, conquistaron Irlanda con tan sólo un millar de hombres.