A Costa da Morte

A Costa da Morte

Situada en el segmento noroeste del litoral gallego entre  Vila de Caión y el ayuntamiento de Muros, «A Costa da Morte» traza una línea de separación entre las Rías Baixas y las Rías Altas aunque, por su perfil y altura, se asemeja más la estas últimas que a las primeras. Aún a pesar de que no todas las divisiones que se han realizado de la costa gallega delimitan «A Costa da Morte» entre estos dos puntos, se trata de una de las más aceptadas ya que engloba un tramo de litoral muy característico de esta zona.

Historia del topónimo

Eugenio Carré (A Coruña, 1859 – 1932), uno de los fundadores de la Real Academia Gallega y miembro de la Real Academia de la Historia, fue uno de los primeros en aludir al topónimo de «A Costa da Morte» que, supuestamente, procedería de una antigua leyenda documentada a mediados del siglo XVI; no obstante existen diferentes interpretaciones acerca de este topónimo, desde las que argumentan que el «Fisterra» de los antiguos griegos comprendía la parte de Galicia que aparece con el nombre de «Dutika Mere» «Región de la Muerte o Desgracia» donde Helios, el Sol, desaparece cada día tragado por el mar, hasta, la más defendida por buena parte de los estudiosos, según la cual tendría su origen en la cantidad de siniestros ocurridos en esta parte del litoral gallego.

Topónimos aparte «A Costa da Morte» es algo más que una tierra de naufragios, faros solitarios y leyendas. Sus apacibles playas y pueblos marineros, nos recuerdan que también es posible disfrutar de su belleza paisajística y de una gastronomía que se basa en el pescado y el marisco.

Faro de Roncudo

Por su valor ecológico esta parte de Galicia alberga dos zonas catalogadas como Lugar de Interés Comunitario, «A Costa da Morte» prácticamente en la totalidad de su extensión y el río Anllóns. Las islas Sisargas están declaradas Zona de Especial Protección para las Aves, mientras el Cabo Villán es un Sitio Natural de Interés Nacional.

Que visitar

La Costa da Morte está salpicada de encantadores pueblos marineros, cada uno con su propia historia y carácter distintivo. Estos pintorescos enclaves costeros ofrecen una mirada auténtica a la vida en la costa atlántica de Galicia, con sus calles empedradas, casas tradicionales y bulliciosos puertos pesqueros.

Muros

Muros es una de las poblaciones más atractivas de la zona, la actividad de su lonja, su puerto, las playas y su conjunto monumental, convierten esta villa en un foco de turismo en verano. En el casco antiguo podemos visitar la plaza de la Constitución, los soportales de la Pescadería Vella y la plaza de Santa Rosa, con su notable cruceiro.

Carnota

Aparte de ser conocida por albergar la playa más larga de Galicia, en Carnota podemos visitar la iglesia de Santa Columba, de estilo barroco, la torre dos Mouros formada por los restos de una fortificación de comienzo de la edad media, el castro de Mallou, el monte Pindo, o la cascada de As Fontes.
También podrás contemplar dos de los tres horreos más largos de Galicia, el de Lira de 36,53 metros y el de Carnota de 34,76 metros.

Corcubión

Corcubión es un tranquilo pueblo de pescadores en el que destaca la iglesia de San Marcos, de estilo gótico que se comenzó a construir en el siglo XV y alberga una imagen de San Marcos da Cadeira, una talla italiana de finales del mismo siglo. El palacio de Altamira, del siglo XVII es el edificio más destacado en lo que a arquitectura civil se refiere. El casco viejo, con sus casa nobles y blasonadas y el castillo del Cardenal son otros dos puntos de interés a tener en cuenta.

Fisterra

Fisterra es otro núcleo de pescadores, con sus típicas callejuelas, dominado por el castillo de San Carlos, del siglo XVIII, situado junto al muelle. Destaca en el casco urbano la iglesia de Nosa Señora do Bo Suceso, barroca, del siglo XVIII, situada en la plaza de Ara Solis. Entre sus playas, cabe citar la de Lagosteira, en la que los peregrinos han de recoger su concha de Santiago. La iglesia de Santa María das Areas, santuario de gran tradición en Galicia, de estilo gótico, alberga la imagen del Cristo da Barba Dourada – que según la leyenda apareció en el mar – y el cruceiro de piedra.
El faro de Fisterra, situado en lo alto del cabo, a unos 130 metros sobre el nivel del océano, data de 1853.

Muxía

Muxía es una villa marinera de origen medieval, con casonas nobiliarias en la parte antigua. En sus inmediaciones se encuentran playas como las de Espiñeirido, A Cruz y Muxía.
Cerca de Muxía tambien se encuentra el famosos santuario da Virxe da Barca, del siglo XVII, donde se unen como en pocos lugares la tracición pagana y cristiana. Su misma localización le confiere un aire misterioso, que inspiró tanto a Rosalía de Castro como a García Lorca. Son tres pìedras las que han creado ese halo de misterio y leyenda, piedras que se supone corresponden a la barca -la pedra dos Cadrís-, el timón, – la pedra do Timón- y la velala pedra de Abalar – que la virgen dejo aquí cuando vino a través del mar a recoger a Santiago.

Camariñas

Este pequeño y encantador pueblo marinero, con su encantadora iglesia de san Jorge, del siglo XVIII, tiene como particularidad a las palilleiras, como se les llama a las mujeres que se dedican al laborioso trabajo de hacer encaje de bolillos.
Coronado por su faro, Cabo Vilán es, posiblemente, unos de los paisajes más bellos de la Costa da Morte.
Siguiendo camino hacia Laxe, encontramos el cabo Tosto y el singular Cementerio de los Ingleses.

Laxe

Laxe es un pequeño pueblo marinero que destaca por la existencia de una hermosa playa de dunas. En núcleo de Laxe está presidido por la iglesia de Santa María da Atalaia, gótica del siglo XV. Entre los edificios civiles destaca la casa do Arco, de época medieval.
En las proximidades de Laxe encontramos restos que recuerdan el pasado megalítico y celta de esta zona, como Castro Borneiro, uno de los castros más antiguos de Galicia, o el dolmen de Dombate, monumento megalítico de unos 4500 años de antiguedad.