Noia es una hermosa villa situada en la desembocadura del río Tambre, en las Rías Baixas. Conocida por su rica historia, su impresionante arquitectura medieval y su vibrante vida cultural, Noia es un destino que no deja indiferente a nadie. Este pintoresco pueblo costero combina la belleza natural de sus alrededores con un patrimonio histórico fascinante, convirtiéndolo en un lugar ideal para los amantes de la historia, la naturaleza y la gastronomía.
Aunque la historia de Noia se remonta a la época romana, fue durante la Edad Media cuando la villa alcanzó su máximo esplendor. En el siglo XII, Noia se convirtió en un importante puerto comercial gracias a su estratégica ubicación en la costa atlántica. La villa estaba protegida por murallas y poseía un activo comercio marítimo que la conectaba con otros puertos europeos.
Uno de los aspectos más fascinantes de la historia de Noia es su vinculación con el Camino de Santiago. Según la leyenda, Noia fue fundada por Noé después del diluvio, lo que le otorga un carácter místico y sagrado. A lo largo de los siglos, Noia ha sido un lugar de paso para peregrinos en su camino a Santiago de Compostela.
Durante los siglos XIV y XV, Noia prosperó como un importante centro comercial y religioso. La construcción de impresionantes iglesias y edificios públicos reflejan la riqueza y el poder de la villa en aquella época. En la actualidad, Noia conserva gran parte de su patrimonio histórico, lo que la convierte en un destino fascinante para los visitantes interesados en la historia y la arquitectura.
Noia es un tesoro de monumentos históricos y lugares de interés. A continuación, destacamos algunos de los más importantes que no puedes perderte durante tu visita.
La Iglesia de San Martiño, es uno de los monumentos más emblemáticos de Noia. Finalizada en 1434 y declarada Bien de Interés Cultural, es un destacado ejemplo del gótico gallego. Presenta una nave única y una capilla mayor poligonal con bóveda de crucería, rematada exteriormente por almenas, lo que le confiere un aspecto de fortaleza. Fue construida durante el arzobispado de Lope de Mendoza, cuya imagen se encuentra en el tímpano de la portada norte junto a la Virgen y San José. En el tímpano de la portada principal está su escudo.
El interior se caracteriza por su amplio espacio y la iluminación proporcionada por las vidrieras en los muros, el altar y el rosetón de la fachada occidental. En el siglo XVI, se añadió la capilla de Valderrama con la pila bautismal. La fachada, orientada hacia la plaza del Tapal, cuenta con una portada escultórica influenciada por el Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago. La portada presenta monstruos, apóstoles, ancianos con instrumentos musicales y la escena de la Anunciación, culminada por un rosetón y flanqueada por las torres del campanario y del reloj.
Existe una leyenda sobre una maldición en la torre inacabada de la iglesia: quien intente finalizarla tendrá un destino trágico. Esta creencia se reforzó con la muerte del maestro cantero que cayó de la torre y la trágica muerte del director Claudio Guerín en 1973, mientras filmaba «La campana del infierno» tras reconstruir la segunda torre en cartón-piedra. Una inscripción en una piedra señala el lugar de su fallecimiento.
La iglesia, fundada en 1327 por el arzobispo Berenguel de Landoira, destaca por su estilo gótico marinero gallego. En el tímpano de la fachada principal, donde se representa la Epifanía, aparece la efigie del arzobispo. La iglesia, consagrada según la inscripción en el tímpano de la puerta lateral sur, tiene una nave única con cubierta de madera y tres arcos apuntados.
La capilla mayor, más estrecha y baja que la nave, cuenta con un retablo barroco policromado de 1760 y una bóveda de cañón. La capilla de Pero Carneiro, del siglo XVI, tiene una bóveda en forma de concha. Posteriormente, se añadieron dos sacristías: la norte, del siglo XVII, usada como almacén-archivo de laudas sepulcrales, y la sur, del siglo XVI, que ahora es un espacio expositivo con laudas.
Entre los elementos destacados del interior están la pila bautismal del siglo XV, el sarcófago de Ioan de Estivadas del siglo XVI y una exposición permanente de lápidas sepulcrales. En el camposanto, destacan el cruceiro gótico en la parte sur, el baldaquino «Cristo do Humilladoiro» del siglo XVI en la parte norte, y una impresionante colección de más de quinientas lápidas sepulcrales que datan del siglo XIV al XIX.
La Plaza del Tapal es el corazón de Noia y un lugar de encuentro tanto para locales como para visitantes. Rodeada de edificios históricos, la plaza es un excelente punto de partida para explorar la villa. Aquí se encuentra la Fuente del Tapal, una hermosa fuente del siglo XVIII que es uno de los símbolos de Noia. La plaza está llena de bares y cafeterías donde se puede disfrutar de un descanso y observar la vida cotidiana de la villa.
El Puente de Traba es uno de los monumentos más antiguos de Noia. Construido en el siglo XIV, este puente medieval cruza el río Traba y es una muestra impresionante de la ingeniería de la época.
El puente es un lugar perfecto para un paseo tranquilo, disfrutando de las vistas del río y de la villa. Además, es un excelente lugar para tomar fotografías y capturar la esencia histórica de Noia.
Noia no solo es un lugar para ver, sino también para experimentar. La villa y sus alrededores ofrecen una variedad de actividades para todos los gustos.
La Feria Medieval de Noia es uno de los eventos más emblemáticos y esperados de Galicia, celebrándose anualmente a mediados de julio. Este festival transforma el casco histórico de Noia en un vibrante escenario medieval, ofreciendo una experiencia inmersiva que transporta a los visitantes al corazón del medievo.
Durante un fin de semana completo, las calles, plazas y edificios históricos de Noia cobran vida con un bullicioso mercado medieval que abre de viernes a domingo, desde las 11 de la mañana hasta la medianoche. Los puestos del mercado ofrecen una amplia gama de productos de gastronomía y artesanía local, permitiendo a los asistentes disfrutar de los sabores y tradiciones de Galicia.
Noia Jazz, el Festival Internacional de Música Jazz de Noia, se celebra anualmente a mediados de agosto en la encantadora Plaza de la Constitución. Este evento reúne a destacados grupos de jazz tanto de España como del ámbito internacional, ofreciendo una experiencia musical de primer nivel. Con una trayectoria que ha alcanzado ya su décima edición, el festival ha crecido hasta incluir un tercer día de conciertos dedicado exclusivamente a músicos locales, mostrando el talento de la región.
Este festival es una parada obligatoria para los amantes del jazz, quienes pueden disfrutar de actuaciones excepcionales en un entorno al aire libre incomparable. La Plaza de la Constitución se convierte en un escenario vibrante, donde las melodías y los ritmos del jazz resuenan entre las calles históricas de Noia. Más que un evento musical, Noia Jazz ofrece una oportunidad única para experimentar la cultura local y la belleza de esta pintoresca ciudad gallega.
Desde 1979, la Fiesta de la Empanada se celebra coincidiendo con las festividades en honor a San Bartolomé, el patrono local. El evento es una oportunidad para rendir homenaje a este manjar tradicional, que deleita a los paladares durante todo el año en los restaurantes y tabernas del municipio. La empanada de Noia, elaborada con maíz o trigo, posee una peculiaridad única: la versión de trigo se da vuelta en el horno, como si se tratara de una tortilla, añadiendo un toque distintivo a su preparación.
Durante la fiesta, los visitantes tienen la oportunidad de degustar estas delicias culinarias y participar en un emocionante concurso de empanadas, en el que compiten tanto profesionales como aficionados. Es un evento que reúne a la comunidad local y a los visitantes en torno a la mesa, celebrando la riqueza gastronómica y cultural de Noia de una manera deliciosa y festiva.
Los alrededores de Noia ofrecen espectaculares rutas de senderismo que permiten descubrir la belleza natural de la región. Una de las rutas más populares es la que lleva al Monte San Lois, desde donde se obtiene una vista panorámica impresionante de la Ría de Noia y la villa. Otra ruta recomendada es la que sigue el curso del río Tambre, pasando por antiguos molinos y bosques frondosos.
Noia es un excelente punto de partida para explorar la región vinícola de las Rías Baixas. Esta zona es famosa por su vino Albariño, uno de los vinos blancos más reconocidos de España. Muchas bodegas locales ofrecen visitas guiadas y catas de vino, donde se puede aprender sobre el proceso de elaboración del Albariño y degustar algunas de las mejores cosechas. El enoturismo es una actividad ideal para los amantes del vino y aquellos que desean conocer más sobre la cultura vitivinícola gallega.
Noia cuenta con varias playas que son perfectas para disfrutar de un día de sol y mar. La Playa de Testal y la Playa de Boa son dos de las más populares, con aguas tranquilas y arenas doradas.
Estas playas son ideales para nadar, practicar deportes acuáticos o simplemente relajarse al sol. Además, la costa de Noia ofrece excelentes condiciones para la pesca y el marisqueo, actividades tradicionales que aún se practican en la región.
Noia es una joya escondida en las Rías Baixas que ofrece una combinación perfecta de historia, cultura y naturaleza. Desde sus impresionantes iglesias góticas y su pintoresco casco antiguo hasta sus festivales y actividades al aire libre, Noia tiene algo para todos. Ya sea que te interese explorar sus monumentos históricos, disfrutar de sus playas y rutas de senderismo, o simplemente relajarte con una copa de Albariño en un entorno tranquilo, Noia te espera con los brazos abiertos. Ven y descubre por qué esta encantadora villa gallega es un destino imprescindible en cualquier visita a Galicia.