El Santuario da Nosa Señora dos Milagres es uno de los centros de peregrinación más importantes de Galicia. Su construcción comenzó en 1731 y finalizó en 1768, bajo la dirección del celanovés fray Plácido Iglesias, levantándose sobre una ermita más antigua que databa del siglo IX. Este impresionante edificio barroco-neoclásico destaca por su monumental fachada.
La fachada del santuario es uno de sus elementos más impresionantes. Realizada en granito, presenta una estructura barroca con influencias neoclásicas que recuerda a un gran retablo pétreo. La fachada incluye cuatro torres, dos principales y dos secundarias, que en conjunto crean una imagen imponente y majestuosa.
El conjunto monumental se completa con un adro (atrio) que rodea todo el edificio, ofreciendo un espacio de contemplación y reflexión para los peregrinos. Este adro tiene una anchura de seis metros, proporcionando un amplio espacio para procesiones y otras actividades litúrgicas
En el entorno del santuario se encuentran siete capillas que forman parte del Viacrucis, edificadas entre 1825 y 1857. Estas capillas, diseñadas por el escultor Antonio Gómez y realizadas por el maestro Jacinto Fraga, estaban inicialmente planeadas para ser catorce, pero solo se completaron seis debido a las limitaciones económicas de la época. Estas estructuras siguen el modelo del Santuario del Bom Jesus do Monte en Braga, Portugal.
Además de la estructura principal y las capillas del Viacrucis, el santuario incluye otros elementos significativos. Entre ellos se encuentran el carballo de la Virgen, un roble venerado por los fieles; la Fuente de la Virgen y la Fuente de la Cunca, ambas importantes para los rituales de purificación y devoción. En el jardín del santuario se alzan estatuas como la Piedad sobre una columna y San Juan Gabriel Perboyre, un padre Paúl y primer mártir de China, además de restos de la lanterna del antiguo templo barroco del siglo XVII
El Santuario da Nosa Señora dos Milagres no solo es un centro de peregrinación religiosa, sino también un punto de referencia cultural e histórico en Galicia. Cada año, miles de peregrinos y visitantes acuden para participar en sus festividades, especialmente durante la Novena y la celebración del 8 de septiembre, Día de la Natividad de la Virgen María. Estas celebraciones, junto con la arquitectura y el entorno natural del santuario, lo convierten en un lugar único de encuentro espiritual y cultural.
Desde el siglo XIX, el santuario está a cargo de la congregación de los Padres Paúles, quienes han mantenido viva la tradición de la novena de la Virgen, una festividad que se celebra entre finales de agosto y el 8 de septiembre. Durante estos días, el santuario se llena de fieles y puestos feriales, convirtiéndose en una auténtica romería popular
