Agua y piedra dan forma a Ourense, tejiendo sobre su superficie intrincados paisajes de los que es difícil no enamorarse. Insólitos escenarios creados a fuego lento que, al igual que en tiempos pretéritos, sorprenden a quienes los visitan por su belleza y encanto. Rincones únicos que, unidos a una gastronomía extraordinaria y una cultura marcada por la hospitalidad, constituyen el marco ideal para disfrutar del turismo y la naturaleza. Todo ello ha convertido a Ourense en un destino turístico imprescindible.
El auge del termalismo ha convertido a Ourense en una de las capitales termales europeas por excelencia y desde 2009 en una de las seis ciudades fundadoras de la Asociación Europea de Ciudades Termales Históricas.
Se estima que son más de 70 las surgencias termales que hay en la provincia. La mayor parte se encuentran en la ciudad de Ourense y de ellas fluyen cada día más de tres millones de litros de aguas termales y mineromedicinales, una cantidad solamente superada en Europa por Budapest.
En el margen derecho del río Miño se encuentra la ruta Termal del Miño, una senda peatonal de 5 kms. en la que se ubican los espacios termales gratuitos de las pozas de A Chavasqueira, Muíño das Veigas y las pozas de Outariz y Burgas de Canedo -dos conjuntos que forman la zona termal más grande de la ciudad-, dirigidas al baño individual y colectivo. Por otro lado, el agua de las fuentes de O Tinteiro.