A Vía Nova

A Vía Nova

Construida por el legado Caio Calpetanus Rantius Quirinalis Velerius Festus bajo mandato del emperador Vespasiano en la segunda mitad del siglo I D.C., la Vía Nova o Vía XVIII del Itinerario de Antonino, se extendía originalmente a lo largo de trescientos dieciocho kilómetros entre Bracara Augusta, capital del convento bracariense, y Astúrica Augusta, capital del convento asturicense

Su trazado, reflejado con detalle en el Itinerario de Antonino, estaba  jalonado por  once mansio, o lugares de descanso:

 

Durante los últimos años las  instituciones públicas, gallegas y portuguesas,  han mostrado un creciente interés por recuperar esta vía romana, interés surgido de la  tendencia hacia la revalorización, que están experimentando las vías romanas por toda Europa.

La Vía Nova  partía de Braga, descendiendo hasta el río Cávado, para, a continuación, trasladarse por la sierra de la Abadía, alcanzando el valle del río Homem por Covide, por donde se adentraba en la sierra del Gerês, cruzando lo que hoy es tierra fronteriza por Portela d’Home.

LAS OCHO JORNADAS

Itinerario Portugués

De los 318 kilómetros de longitud con los que contaba en su plenitud la Vía, alrededor de unos 50 transcurren por territorio actual portugués, una gran parte de ellos dentro del Parque Nacional del Geres, en donde se encuentra el denominado tramo de la «Geira» excelentemente conservado, con sus decenas de Miliarios todavía colocados a lo largo del trayecto.

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A Baixa Limia

Después de adentrarse en territorio ourensano, la Vía transcurre por el valle del río Caldo hasta encontrarse con el Limia.

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Terras de Celanova

Aunque no forma parte literal de la Vía, Celanova está integrada en una de las principales vías de enlace a la Vía Nova, la qué comunicaba esta con Ourense y con Lugo, y posee un riquísimo patrimonio histórico que seria pecado perder en el trayecto.

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A Limia

Por esta zona cruzaba la Vía Límica, que transcurría entre Ponteliñares y el Forum Limicorum y por esta zona se sitúa también la leyenda que bautizó el río Limia como el río do Esquecemento.

 

Alto Arnoia

Al igual que ocurre con Celanova, tampoco Allariz formaba parte inmediata al itinerario de la Vía Nova. Sin embargo. el atractivo de este conjunto urbano enriquece sumamente el contenido del Itinerario y justifica plenamente el rodeo.

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Terras de Caldelas

Por esta zona, la Vía Nova se da la mano con la Ribeira Sacra y con una de las regiones europeas de mayor concentración de monasterios por kilómetro cuadrado.

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Montañas de Trives

Bordeando la Serra de Queixa, el trazado mira de reojo las estribaciones montañosas de Manzaneda y continúa dándose la mano entre la excelencia natural, con los Codos de Larouco como máximos exponentes y las virtudes de un patrimonio histórico ciertamente de mérito.

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Valdeorras

Por Valdeorras, además de empezar a tocar ya tierras de Castilla, la Vía Nova saluda al río Sil, con los recuerdos de sus explotaciones auríferas, aquellas que dieron origen a la propia Vía.

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